PRÓLOGO
El autor del libro es un compañero de tempestades; no les rehúye, las encara, quizá las busca, siempre con vehemencia argumental plantea su visión de la historia y del futuro político de México. Esta cualidad le ha valido el afecto y la solidaridad de muchas compañeras y compañeros que, desde el anonimato, construyen paso a paso, hora tras hora de debate y discusión, las mejores alternativas para impulsar la Revolución de las Conciencias, condición esencial para lograr la Cuarta Transformación.
Su trayectoria política ha estado marcada por la disidencia y la rebeldía, y ahora nos presenta, compilado en el presente texto, el largo camino del debate político en el ámbito de la construcción del partido-movimiento morena, su gran campo de batalla político-ideológica.
Este libro condensa su larga discusión y sus propuestas sobre la necesidad imperiosa de profundizar el debate en torno a la concepción izquierdista de la transformación de la sociedad en el México del siglo XXI. Es, en suma, la crónica de sus batallas, en las que resume su interpretación crítica de la historia reciente del país, del movimiento de transformación y de morena.
De su pasión por la historia de México, destacaría entre sus referentes al general Francisco José Múgica, punto de coincidencia, salvador en las discusiones fraternas.
En la Introducción ya desarrolla los temas, no los enuncia. Esto caracteriza a Eduardo; aborda, cuestiona, debate inmediatamente… ¡No hay tiempo que perder!
Su talante organizativo de la rebeldía encuentra en la formación política el terreno ideal para desarrollar o consolidar la conciencia de las “bases militantes” como “protagonistas del cambio”, sustento fundamental del camino a la Revolución de las Conciencias. A esta tarea ha dedicado Eduardo Cervantes su inteligencia y energía. En este esfuerzo y apasionante tarea muchos compañeros y compañeras nos hemos encontrado con él.
El texto que ahora nos presenta llega en momentos cruciales para la organización del partido-movimiento; sus planteamientos contribuyen a enriquecer la discusión sobre el partido de la Cuarta Transformación. Este documento no pretende ser “políticamente correcto”, por eso es políticamente necesario.
¿Es radical?... Desde luego que lo es. Es radical su defensa de la concepción de izquierda de la organización que aspira a cambiar el curso de la historia del país, retomando la insurrección electoral del 1º de julio del 2018, en la que desembocaron las aspiraciones e ideales de las tres transformaciones que nos anteceden y las luchas populares posteriores a la Revolución de 1910, de las que nos asumimos como herederos.
La Cuarta Transformación no es un momento de la historia, es continuidad de un proceso complejo y contradictorio. Entenderlo como la utopía que pretende derrotar el individualismo con el bien colectivo; la acumulación de riqueza de unos cuantos por el estado de bienestar, la justicia y la igualdad, son algunos de los planteamientos a los que nos reta a debatir Eduardo.
Así, contribuyamos para que este esfuerzo sea tratado como se merece: analicémoslo, discutámoslo con pasión para contribuir al desarrollo de la conciencia crítica, reforzar la organización, consolidar la nueva ética política y la Revolución de las Conciencias, esencia de la utopía que significa la Cuarta Transformación de México.
Fraternalmente
José Luis Llanes Lagunas
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“Amo el canto del cenzotle, / Pájaro de cuatrocientas voces. Amo el color del jade / y el enervante perfume de las flores, / Pero más amo a mi hermano el hombre”.
Nezahualcóyotl
“Que la esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud”.
José María Morelos
“El triunfo de la reacción es moralmente imposible”.
Benito Juárez
“Yo estoy dispuesto a luchar contra todo y contra todos sin más baluarte que la confianza y el apoyo del pueblo”.
Emiliano Zapata
“Lo que el pueblo necesita para gozar de libertades es su emancipación económica, base inconmovible de la verdadera libertad”.
Ricardo Flores Magón
“Gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras, traiciona a la Patria”.
Lázaro Cárdenas
“Es de humanos equivocarse, de tontos no reconocerlo y de necios no rectificar”.
Heberto Castillo
“Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”.
Salvador Allende
“Seamos la pesadilla de quienes pretenden arrebatarnos los sueños”.
Ernesto Che Guevara
INTRODUCCIÓN
El propósito principal de este libro es aportar ideas y propuestas a la necesaria reflexión colectiva sobre el curso del movimiento político y social de la Cuarta Transformación (4T).
La estructura y contenido del texto también están pensados para servir como herramienta en las actividades de formación política de morena. El análisis y el debate ordenados, con una metodología pedagógica apropiada, constituyen una práctica idónea para esclarecer significados y consolidar compromisos en este crucial momento de la historia nacional.
De cristalizar el proyecto de la 4T, se consumará en México una transformación democrática de largo aliento, continuidad de las mejores tradiciones culturales y de lucha del pueblo mexicano. En caso contrario, el bloque de derecha retomará los hilos del destino nacional con los nefastos resultados que no es difícil imaginar.
A continuación, doy paso a una breve descripción de los temas centrales tratados en el texto, abordados con independencia intelectual y con el ejercicio libre y responsable de la crítica, valores en los que creo fervientemente.
1) El capitalismo neoliberal es la plaga moderna más perniciosa. La aplastante concentración de la riqueza y el poder en las élites del mundo de los negocios; la pobreza y agobio cotidiano de tres cuartas partes de la humanidad; el calentamiento global y la depredación de la naturaleza que amenazan al planeta, son resultado de la cruel y fría “dictadura del dinero”, como lo califica Noam Chomsky, el ilustre intelectual y académico estadounidense.
En México lo padecimos seis sexenios, largos 36 años de aplicación a rajatabla, filtrados por los fraudes en las elecciones presidenciales de 1988, 2006 y 2012. Se inició con Miguel de la Madrid y deseamos que haya concluido con Enrique Peña Nieto. La mano detrás del trono del becerro de oro, Carlos Salinas de Gortari, mientras la cumbre llamada Fobaproa la conquistó Ernesto Zedillo. Durante los doce años de la fallida “alternancia”, con Vicente Fox y Felipe Calderón, todo siguió igual, quizá peor, por su infinito cinísmo e hipocresía.
Se cumplió el mandamiento rector de la ideología neoliberal y su modelo económico: promover y materializar la concentración abrumadora de riqueza y poder económico en un compacto grupo oligárquico, al que se subordinó el Estado, sus instituciones, la clase política y los acólitos interesados de los medios de comunicación, las iglesias y otros poderes fácticos. Grandes negocios de corporaciones y empresas trasnacionales cerraron la pinza de la decadencia nacional y la catástrofe social que se impuso en México.
Herida abierta de la nación mexicana, la aplastante corrupción e impunidad de las élites del poder económico y político, fueron el combustible de un proyecto basado en la apropiación masiva de la riqueza por sus “hijos predilectos”. En abrupto contraste, en México no se registró un solo indicador de desarrollo social durante la era neoliberal: empleo, salario, créditos, vivienda, transporte, salud, educación y seguridad quedaron hechos trizas, al mismo ritmo que crecía la pobreza y marginación de los trabajadores y el pueblo.
2) En ese contexto, el hartazgo popular y el respaldo ciudadano al liderazgo opositor de López Obrador, se expresó el 1º de julio de 2018 en una masiva insurrección electoral que, de paso, llevó al PRI y al PAN, junto con sus candidatos de la continuidad, a la sala de terapia intensiva. La agonía del PRD viene de años atrás, ya muy próxima a su desenlace fatal.
La alternativa de un México regenerado y democrático está ahora en el centro de su devenir económico, político, cultural y social. Esperanza cierta que no se veía en nuestro país desde la época del general Cárdenas. Sin duda, su desarrollo y consolidación constituyen el desafío primordial del proyecto de la 4T.
Proyecto sostenido en tres pilares principales: Primero, la historia de la que es continuidad; memoria que nutre su identidad, iluminando al insaciable presente y la ruta hacia adelante. Segundo, su propuesta programática para transformar la vida pública y propiciar el cambio de régimen en nuestro país. Tercero, la utopía que inspira el pensamiento y el sentimiento de la Patria que queremos.
Entrelazan dichos pilares dos fundamentos: el compromiso con la defensa de los derechos humanos y la Revolución de las Conciencias, propuesta de transformación cultural en el ámbito de los principios éticos y los valores morales.
3) La 4T y el movimiento que la encarna se nutren de una ideología. No en el sentido de falsa conciencia (como algunos la conciben), sino como un conjunto de ideas, principios, valores y convicciones, sintetizado como “visión del mundo”, que debieran orientar su actuación e incidencia en el actual mundo mexicano.
En consecuencia, el movimiento transformador en nuestro país, siendo incluyente de la diversidad, debe reconocerse en su ideología, la que no puede violentarse o extraviarse sino a riesgo de que el proyecto mismo se desnaturalice. Esta ideología es de izquierda, afirmación que desde luego intentaré sustentar.
4) En lo que va de este siglo, la vía electoral ha llevado a la presidencia de varios países latinoamericanos a líderes carismáticos, hombres y mujeres, con proyectos de gobierno antineoliberales y populares, e incluso de perfil socialista. Singular aporte al mundo de los pueblos de naciones hermanas.
Empero, además del triunfo abrumador de Andrés Manuel en México (de importante repercusión mundial y regional), el de la mancuerna Fernández en Argentina y el muy reciente de Luis Arce y David Choquehuanca en Bolivia, se vivieron importantes derrotas electorales en Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Uruguay y El Salvador, al tiempo que se mantiene el asedio imperialista sobre Venezuela y la continuidad del esquizofrénico bloqueo sobre Cuba.
Las derrotas aludidas, si bien fueron resultado de la perversa alianza de las fuerzas reaccionarias internas con el apoyo del gobierno de Washington y otros gobiernos de la región, también influyeron en ellas los errores de los propios gobiernos y partidos de izquierda. Esta situación debe formar parte de la reflexión y el análisis objetivo de lo que sucedió y pudiera suceder en nuestro país.
5) Es cierto que nadie es insustituible, pero existen los indispensables. En las actuales condiciones de México, López Obrador es uno de ellos. Por lo mismo, su responsabilidad es enorme y conviene que se equivoque lo menos posible
El voto ciudadano de 2018 representa un mandato para edificar en nuestro país nuevas realidades, pero también fue una declaración de confianza en un dirigente. Por su autoridad moral y profunda sensibilidad social, trayectoria e ideario, el movimiento que por más de 25 años ha encabezado Andrés Manuel lleva su sello.
Su significado histórico es de compromiso con principios e ideales. Esperamos que la luz de la estrella que lo guía no se opaque por las necesidades y apremios políticos. Al respecto, es preocupante su aparente confianza en personas con importantes responsabilidades legislativas y de gobierno contrarias al proyecto de la 4T y al marco ético y moral en que se sustenta.
6) En el punto del programa de gobierno, son evidentes sus logros y el enorme avance en la democratización sustantiva del país. Logros inobjetables en distintos ámbitos de la vida pública, ciertamente impensables bajo el neoliberalismo y aún antes, bajo el régimen de partido de Estado.
No obstante, profundizar este proceso reclama rectificar, con enfoque autocrítico, diversos aspectos. Destaco, entre ellos, el educativo, por las dudas e incertidumbre que concita el titular de la SEP, principal responsable de la conducción del proceso de reorientación y fortalecimiento de la educación pública. El de la calidad de los servidores públicos, por la nota reprobatoria de varios de ellos y ellas. El de la libertad sindical, por la existencia de un espeso corporativismo que buscará impedirla. El de la aplicación de los programas sociales, por sus desviaciones y tendencia a burocratizarse. El de la relación del poder público con la oligarquía, los medios de comunicación, las iglesias y otros poderes fácticos, enconados opositores de López Obrador y del proyecto que encabeza.
En este orden de ideas, un elemento decisivo sobre el destino de la 4T transita por cómo se plantee la relación entre el gobierno y la sociedad. Veo indispensable una articulación entre la política democrática y de bienestar social que se lleva adelante, con un proceso de apropiación social de la vida pública, mediante el ejercicio de la “democracia directa”, tema este en el que advierto insuficiencias.
Abro un paréntesis sobre el tema de la participación ciudadana, por constituir un reto para nuestro movimiento. Sobre ello, retomo el siguiente planteamiento de Enrique Dussel1, tomado de su excelente libro Hacia una nueva cartilla ético política:
“...El pueblo debe aprender de sus propias experiencias, y el político de vocación debe ocuparse de servir en el exigir la continua y mayor participación del pueblo en la construcción del nuevo orden. Cuando no se participa, se anida el autoritarismo de la clase política y la decadencia de la República”.
7) El México del proyecto alternativo navega en tormenta creciente, como se aprecia en los dos años transcurridos. Las fuerzas de derecha y su espíritu conservador están en pié de guerra. Las aturde un proyecto de gobierno de transición antineoliberal en la cúspide geográfica de la región latinoamericana, anclado en los fundamentos de separar el poder político del económico y de combatir a fondo la corrupción.
Ese antagonismo, explícito o encubierto, se continuará traduciendo, in crescendo, en una dinámica conspirativa basada en la calumnia, la mentira y la provocación. Para enfrentar con éxito la acechanza, nuestro movimiento requiere anclarse y prosperar en una conciencia colectiva y un poder social férreamente organizados.
8) En este marco, no se sabe si morena entra o sale de escena. Teóricamente es el partido político de la 4T, pero la realidad es que atraviesa una grave crisis, atrofiado por la desorganización, la desmovilización y la falta de iniciativa, muy distante de su responsabilidad histórica y de las tareas de construcción de poder popular que le corresponde llevar adelante.
Frente a ese imperativo y sin generalizar, es ostensible que la cultura política que viene del PRI y sentó sus reales en el PRD, tiende a reproducirse en el partido guinda. Concebido como franquicia electoral, trampolín para candidaturas y cargos, regenteado por algunos grupos de presión ajenos al proyecto y enganchados o proclives a las negociaciones sin principios, está penetrado por discordantes y caballos de Troya. El papel jugado por Mario Delgado y quiénes lo patrocinaron en la nefasta e ilegal Consulta impuesta al partido, es una prueba elocuente de ello.
De consolidarse tal estado de cosas, se irá degradando el proyecto de transformación y la ética que lo sustenta, mientras que valores democráticos como la toma de decisiones desde la base y la legalidad interna, la organización partidista y la formación política, la independencia intelectual y la libertad de expresión, sucumbirían ante el pragmatismo de la “política real”.
Así pues, entre el “ser” de un crudo oportunismo y el “deber ser” de un partido que alcance la altura que el pueblo y las circunstancias demandan, transcurre la disyuntiva de morena. Sin espejismos, ojalá el llamado histórico, la buena fe de la mayoría de sus miembros y el mandato popular cristalicen en lo segundo y los despropósitos se hundan en la ignominia.
La moneda está en el aire.
9) La peor tragedia para México sería el regreso del neoliberalismo depredador y corrupto, pero la peor tragedia para la 4T sería su desprestigio y consecuente derrota por extravíos y errores propios. Por ello es imprescindible el ejercicio de la autocrítica, medio insustituible para reconocer errores y extravíos, única vía para superarlos y enfilar por buen camino al horizonte de una Patria regenerada.
Reconozco que la crítica se facilita cuando se ejerce desde fuera de una responsabilidad partidista o de gobierno, pero ello no es problema de la crítica, sino de las circunstancias que cada quien vive, así sean transitorias.
En cuanto al uso faccioso y elusivo de los contextos que ejerce la derecha y que todos los días apreciamos en los medios de comunicación, siempre alertas para distorsionar cualquier atisbo de autocrítica para volverla “evidencia” de que sus fantasmas son de carne y hueso, es un riesgo siempre presente. Así lo asumo.
10) Aclaro, por si hiciera falta, que repudio con todo mí ser la herencia nefasta que dejó el neoliberalismo en México, junto a los que deliberadamente llevaron a nuestro país al desastre y a millones de mexicanos al abandono. Los súbditos de conciencia de la burbuja de corrupción, impunidad, racismo, privilegios, frivolidad y derroche que se impuso en México (buena parte de ellos de las clases medias), me producen un insuperable sentimiento de coraje e indignación; por su egoísmo, mezclado con desinformación, ignorancia y casi siempre mala fe.
Quiero agregar en esta Introducción, finalmente, que creo en las ideas y propuestas que formulo a lo largo del texto Deploro la pésima costumbre de mercantilizar el pensamiento o de valerse de él para un beneficio personal. Me mueve la convicción -reitero- de hacer un modesto aporte a la reflexión del crucial momento histórico por el que atraviesa nuestro país.
Índice
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De la herida abierta a la esperanza cierta by Prack Cervantino on Scribd